Conocimientos y trayectorias socio-profesionales de las agricultoras

Resumen

Los perfiles profesionales de las agricultoras están determinados por la formación que han adquirido y por el lugar que les ha asignado la división sexual de trabajo en el proceso de producción. Ésta va acompañada por una división sexual de los aprendizajes y de los conocimientos. Para las agricultoras de origen agrícola, el aprendizaje no se hace en la explotación, como para los hombres, sino en la esfera doméstica donde están destinadas a ejercer principalmente su actividad. Los conocimientos que han adquirido en la esfera doméstica son luego transferides a la esfera profesional y ésta es una de las principales razones por las cuales las competencias de las agricultoras no están socialmente reconocidas. Las mujeres no se benefician, salvo en casos excepcionales, de los conocimientos técnicos necesarios para la práctica del oficio de agricultor, éstos se heredan de padre a hijo. Es al hombre a quien se forma para dirigir la explotación y es él quien la hereda en la práctica.

Las agrupaciones de mujeres en el medio agrícola tampoco se han preocupado en profesionalizar el oficio de agricultora, éstas han dedicado más sus esfuerzos a profesionalizar el oficio de madre y esposa. Por otra parte, la formación profesional no ha colmado este vacío. Las chicas no cursan las secciones técnicas de la enseñanza agrícola y prefieren dirigirse hacia otros oficios. La escasa formación técnica de la mayoría de las agricultoras es en parte responsable de la fragilidad de su situación en la explotación. Muy pocas son las mujeres que acceden al estatus de jefe de explotación, la gran mayoría de ellas ocupa el de ayuda familiar. No obstante, en esta última categoría se desprenden diversos perfiles profesionales que corresponden a diversas actitudes de las mujeres frente al trabajo y a la vida de familia.